2 de diciembre de 2009

Alcoholismo


Los problemas generados por el consumo de bebidas alcohólicas han sido habitualmente ignorados y minimizados por la sociedad. A pesar de ello, los últimos años han visto crecer la alarma social frente al alcohol, como consecuencia de la irrupción de nuevos patrones de consumo, centrados en el fin de semana, que comportan alteraciones importantes de conducta, y que afectan principalmente a los jóvenes. España es uno de los principales productores y consumidores de alcohol en el mundo.

El problema del alcoholismo es sin duda uno de los fenómenos sociales más generalizados de finales del siglo XX y principios del XXI. Aunque no existen estadísticas suficientemente fiables, las valoraciones más conservadoras indican que en el estado Español existen más de 1.600.000 alcohólicos.

La OMS define el trastorno relacionado con el alcohol como cualquier deterioro en el funcionamiento físico, mental o social de un individuo, cuya naturaleza permita inferir razonablemente que el alcohol es una parte del nexo causal que provoca dicho trastorno.


El alcohol forma parte, por desgracia, de la cultura popular. La publicidad, incluso en el ámbito deportivo, tiende a asociarlo con alegres y positivos estilos de vida.

El alcohol a diferencia de los alimentos, los cuales se digieren para aprovechar sus elementos nutritivos, el alcohol es absorbido directamente por el torrente sanguíneo sin modificación alguna. Pasa rápido al hígado, y después a otros órganos, incluido el cerebro. Debido a ello si se bebe sin control, los centros centrales mas profundos son afectados, con lo que consigue anestesiar el cerebro y lleva a la persona hasta el coma. Superados los 5gr de alcohol en sangre, sobreviene la muerte.

Estos son los efectos a corto plazo, pero existen riesgos posteriores para el organismo por el consumo habitual de alcohol (perdida del apetito, cirrosis hepática, trastornos cardiacos, ulceras gastroduodenal, envejecer de forma prematura…)


Por otro lado,un reciente estudio de los investigadores del Centro de Investigación del Cáncer Fred Hutchinson de Seattle (EEUU) atribuye beneficios al consumo moderado de alcohol. Según ellos, los varones que beben regular y moderadamente vino tinto reducen su riesgo de cáncer de próstata. El resveratrol presente en el alcohol protege las glándulas de la próstata.

En los últimos años el enfoque de los problemas derivados del consumo de bebidas alcohólicas en el ámbito de la Atención Primaria de Salud ha experimentado una evolución notable. Así, el énfasis no se pone en el alcohólico, sino en el bebedor de riesgo. Se entiende por bebedor de riesgo aquella persona cuyos consumos semanales de alcohol superan los 280g en el hombre y los 168g en la mujer. En este tipo de pacientes se ha demostrado que la utilización de técnicas de consejo breve para la moderación de consumos o la abstinencia tiene una eficacia elevado tanto si se realiza de forma oportunista como si se enmarca en una labor de cribado sistemático.


En la desintoxicación alcohólica, ante la posibilidad de que el paciente presente síndrome de abstinencia se debe indicar de forma preventiva una pauta de sedantes. En los últimos años se han introducido fármacos dirigidos específicamente a mantener la abstinencia, disminuyendo el deseo de consumo.

Existen organizaciones a las que pueden acudir los pacientes con la esperanza de erradicar su problema. La más conocida es la asociación Alcohólicos Anónimos (AA) que se haya extendida por todo el mundo. Además existen terapias destinadas a la curación de los efectos físicos, directos y colaterales, del alcoholismo y sus secuelas.

Junto a estas terapias, existen tratamientos naturales probados que pueden resultar muy efectivos, como sin un régimen alimentario adecuado, practica de ejercicio físico, mejora de la autoestima, etc.

Lo que se ha de quedar claro en todo esto es que el alcohol ni es un alimento, ni quita el frío, ni cura nada y aunque muchos crean que el alcohol mejora las relaciones, no es así de ninguna de las maneras.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Cuanta razón tiene...
Aunque como dices está tan aceptado que es parte de nuestra cultura.
A mi la abstinencia me costaría la verdad, tal vez me lo plantee algún día jeje. Por ahora me conformaré con no pasarme de la raya.
Luego está lo que dicen de que en pequeñas dosis no es malo, como eso que comentas del vino tinto, pero supongo que en cuento notas algún efecto es que ya llevas más de lo que a tu cerebro le gustaría por muy poco que hayas tomado.

Un saludo CT!

Unknown dijo...

El alcohol ya forma parte de nuestra cultura,buen ejemplo el que tenemos en Granada, ¿Quien no conoce el Botellodromo?
Gracias por visitar el Blog ALEX2M :D

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