3 de diciembre de 2009

Ejercicio físico aeróbico como tratamiento de la HTA

  • Las personas que tienen una hipertensión moderada (140- 180/ 90-105 mmHg) pueden utilizar como tratamiento de la Hipertensión el entrenamiento físico, ya que los efectos positivos del programa de entrenamiento son similares a los que produce la medicación que se prescribe habitualmente ,con la diferencia de que el entrenamiento físico se acompaña de una mejora de otros factores de riesgo, mientras que se ha observado que el tratamiento con medicación contra la hipertensión puede empeorar otros factores de riesgo. Esta elección de realizar ejercicio físico es tanto más acertada si se está dudando si es conveniente o no tratar con medicamentos la hipertensión moderada.

  • En el caso de las personas que tienen una hipertensión severa (valores en reposo iguales o superiores a 180/ 110 mmHg), se recomienda que tomen medicación contra la hipertensión y que también hagan un programa de entrenamiento físico adaptado a su condición física porque en este caso solamente el tratamiento mediante la actividad física no es suficiente para disminuir la tensión arterial hasta valores normales.

Estudios recientes han demostrado:
1. Que en personas con hipertensión arterial, después de una sesión de ejercicio físico dinámico de intensidad moderada que se prolonga durante 30 a 45 minutos, se produce una disminución de 10 a 20mmHg en la tensión arterial sistólica durante las 1- 3 horas posteriores; y esta respuesta puede prolongarse hasta 9 horas.
2.Que en personas con hipertensión moderada (140- 180/ 90- 105mmHg) se puede observar, tras varias semanas de entrenamiento físico, una disminución media de 8 a 10mmHg de la tensión sistólica y de 5 a 8 mm Hg de la tensión arterial diastólica de reposo.

  • La forma más adecuada de prescribir el ejercicio en un hipertenso es con una prueba de esfuerzo previa, en tapiz rodante, con un protocolo de subidas progresivas de la carga de trabajo.
Las pruebas de esfuerzo son un examen sencillo, no invasivo que permite cierta orientación del paciente hipertenso. Nos permiten diagnosticar la HTA, el límite de esfuerzo o posibles riesgos y trastornos del ritmo cardíaco.
Una hipertensión arterial de esfuerzo, en normotensos en reposo, puede evocar a una hipertensión arterial futura.
En esta prueba se observa el aumento de la presion arterial sistólica a medida que aumenta el pulso. Cuando se alcanza el límite más alto de presion arterial sistolica que se considere sin riesgo, se anota la frecuencia cardíaca que corresponde a esa cifra. Esa frecuencia corresponde a las pulsaciones que no deberá sobrepasar en la actividad física, así se determinará la intensidad a la que deberá realizar las sesiones de ejercicio físico.

  • Precauciones que ha de tener en cuenta una persona cuando realiza ejercicio físico:
- No hacer ejercicio físico si la tensión arterial de reposo es: sistólica mayor de 200mmHg o diastólica mayor de 115mmHg.

- No hacer ejercicio físico hasta que la respuesta hipertensiva al ejercicio físico no esté controlada por la medicación.

- Recordar que haciendo ejercicio físico con unas pulsaciones que se muevan en un rango del 45 al 75% del pulso máximo se consigue mejor respuesta de las cifras de tensión arterial.

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